lunes, 6 de marzo de 2017

De la alfabetización a la alfabetización visual


Saberes básicos

Leer y escribir consiste básicamente en la comprensión y en el empleo de un lenguaje compuesto por ese conjunto de signos gráficos al que denominamos alfabeto. Si lo desconociéramos ni yo podría escribir el texto que estás leyendo, ni vos serías capaz de leerlo. Esto es muy básico, ¿verdad?

Estas capacidades conforman dos de las cuatro habilidades lingüísticas; las otras dos, más básicas aún, son el habla y la comprensión del habla. Con lo dicho se entiende que para hablar correctamente, escribir aceptablemente, así como para comprender aquello que leemos, tanto el emisor como el receptor necesitan contar con estas cuatro habilidades mínimas. 

El lenguaje escrito

Ciertamente, la capacidad de hablar, comprender, leer y redactar textos medianamente coherentes no alcanza para que mi vecino Juan se considere escritor. 

Es obvio que, además de vocación, el oficio de escritor demanda conocimientos lingüísticos más profundos, es decir que requiere del dominio de todos los principios y elementos gramaticales que componen nuestra lengua y de cómo estos elementos se organizan y se combinan. Se entiende que para ser escritor no nos alcanza con saber leer y escribir.

Nosotros que conocemos a Juan sabemos que él escribe mensajes con el único propósito de hacerse entender; él también es capaz de llenar formularios y agendar las tareas del día. Como su objetivo es comunicarse, está satisfecho. Ahora bien, ¿qué ocurriría si por el mero hecho de llenar formularios y enviar mensajes a sus clientes Juan se autoproclamara escritor? 

Peor aún sería que Pedro, el hermano mayor de Juan, que es analfabeto, intentase escribir un cuento, un poema o una simple frase y para ello concurriese a uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis talleres de “literatura” donde sus “maestros” prometen enseñarle todo. 

Durante el primer curso de tres clases -bien remuneradas, por cierto- su “maestro” le enseña a garabatear una vocal, la “A”, lo más prolijamente posible o, para facilitarle el trabajo, le sugiere que busque esta letra en una revista y la copie o la recorte. 

En el segundo curso, su nuevo “maestro” le pide que copie –también de una revista- dos o tres consonantes y algunos signos de puntuación, sin explicarle a Pedro lo que está haciendo. 

El tercer “maestro”, en tan sólo dos clases, satisfará las expectativas de su alumno, logrando que él escriba una palabra, aunque el bueno de Pedro siga siendo incapaz de leer lo que acaba de escribir.

A todo esto, aunque le entusiasmó formar su primera palabra, Pedro no logra distinguir la fonética de las vocales ni de las consonantes. No logra combinarlas. Él ve figuras pero no las identifica, no logra distinguir un cero de una O, una T de una D. Su maestro le “enseña” a colocar una letra al lado de la otra, prolijamente alineadas, pero no le enseña a escribir ni a leer. Tal vez porque el propio maestro no sepa hacerlo bien o quizás porque lo está estafando.

Pedro “sabe” que escribió su nombre porque su maestro se lo ha dicho, pero no es capaz de escribir por sí mismo el nombre de su hermano Juan, ni el de sus profesores. Para ello depende y dependerá siempre de sus maestros. Probablemente muchos de ellos, como tampoco manejan los fundamentos rudimentarios de la gramática, le harán escribir su nombre con hache, intercalando mayúsculas y minúsculas: pHEdrO. Pero como él ignora que de nada le sirve aprender a garabatear palabras sin saber lo que está escribiendo, no cuestiona a sus maestros, al contrario, los admira porque tienen el poder de escribir, aunque él no sepa si lo hacen bien o si lo hacen mal. En el transcurso del cuarto taller, su nuevo “maestro” le ayudará a escribir su primera frase: “Pedrho ama a zu ermano”. A esa altura, con cuatro certificados en su haber, Pedro se considera escritor ¡Está feliz!

Pero como hay demasiados maestros especializados en técnicas, Pedro que es escritor aún sin saber leer y escribir, va a participar de un nuevo curso donde”, en apenas tres días, le enseñarán “Poesía contemporánea”. Y allá, nuevamente, va Pedro, muy ilusionado.

Dejando de lado estas irónicas analogías, se entiende que desconociendo los códigos del lenguaje escrito seremos incapaces de expresarnos y comunicarnos. De igual modo, si tocamos aleatoriamente cualquier instrumento musical, en el mejor de los casos, estaremos generando ruidos molestos, en lugar de sonidos (que te lo confirme algún músico). 

Lo mismo ocurre con las artes plásticas; si distribuimos planos, colores, líneas, valores y manchas, fortuitamente, al acaso, estaremos ensuciando o, como mucho, rayando y manchando superficies sin dar indicios de que nuestra intención es hacer arte. Sin embargo es lo que más se hace, es lo que más se “enseña”. Claro, es que no hay tiempo ni necesidad de profundizar. ¿Para qué?, si mi vecino Juan pasó de llenar formularios a poeta en apenas cuatro días y su hermano Pedro, el analfabeto, ya es escritor.

El lenguaje visual

Si esto realmente ocurriese en ámbito de la alfabetización de nuestra lengua sería absurdo, inaceptable. Sin embargo es lo que ocurre en gran parte de los talleres particulares, en los cursos y en los centros de enseñanza artística -incluyendo facultades- donde, en lugar de alfabetizar visual y sensorialmente, en vez de enseñar los fundamentos del lenguaje visual, se enseña técnicas: pegar, copiar, recortar, calcar, pincelar, manchar, rayar, raspar, etc. 

Esto en gramática equivaldría a disponer de un conjunto de letras dispuestas fortuitamente para formar fonemas ilegibles e impronunciables. También equivaldría a enseñar a manejar programas como el Word a personas que no saben leer y escribir!

Si crees que lo desatinado es válido y lo consideras arte, ¿me creerías si te digo que esto es literatura? A ver, intenta leer lo que sigue y decime qué dice: Nxkjdwjios, cosnmdkw azprelo towl bmosilbx, nsofper. Jho amdmlwep dflqw ajde jdi jdjen a jsjesd, ¡kskdjeje!

Ahora bien, sabemos que para escribir no alcanza con disponer, al acaso, vocales y consonantes formando palabras sin significado alguno y, con estas palabras conformar frases ilegibles.

Con lo dicho se entiende que, del mismo modo que el aspirante a escritor debe conocer y dominar los principios de la gramática, el estudiante de arte y el artista también debe conocer y dominar los códigos del lenguaje visual, sin los cuales es IMPOSIBLE crear. 

Así como el escritor y el músico, el artista además de expresarse y de comunicarse debe hacerlo con estilo, con elegancia, es decir con estética y, para tanto, su conocimiento y dominio del lenguaje plástico debe ser profundo. No nos alcanza con saber el nombre de los colores ni con diferenciar una recta de una curva. Es como decirte que para escribir no alcanza con saber diferenciar las vocales de las consonantes. 

El artista debe saber cómo, dónde y para qué colocar un amarillo y como desaturar un azul; cómo crear un contraste y como evitarlo.  Debe saber cómo emplear las diagonales y las curvas, es decir conocer el significado del lenguaje de las formas y de los colores. Debe saber “leer y escribir” con los elementos del lenguaje visual. Esto equivale a disponer de las palabras con precisión y belleza, con conocimiento y certeza o a componer con los sonidos armónicamente. Pintar es tan espontaneo como escribir, no es algo casual o caótico, pero para ser espontáneo el autor no debe desconocer el lenguaje que utiliza. 

Lo cierto es que, así como los escritores y los músicos se expresan a través de lenguajes específicos, la pintura en particular y el arte en general, también posee un lenguaje propio. Si los escritores, además de conocer la estructura gramatical, conocen a la perfección el significado de las palabras que utilizan, ¿Por qué los pintores, los muralistas, los mosaiquistas, los ilustradores, etc., creen que no es necesario conocer con profundidad el lenguaje de los colores y de las formas?

Jamás supe que se ofrezcan talleres de literatura dirigidos a grupos de analfabetos. Esto constituiría una estafa. Para quienes saben leer y escribir es obvio que lo primero que habría que hacer es alfabetizar al grupo, y luego sí orientarlos para que puedan escribir poesías o cuentos. 

Con el arte ocurre lo opuesto, se enseña a pintar, a hacer murales y todo tipo de trabajos sin que antes se haya enseñado los códigos del lenguaje visual. De esta forma se estimula el analfabetismo visual. 

Esto se debe a que los “maestros” muchas veces ignoran, no logran descifrar, los códigos del lenguaje visual que utilizan. Pero claro, alfabetizar demanda tiempo, mucho tiempo y, sobre todo, mucho conocimiento. Así, aunque las intenciones sean buenas, nadie puede enseñar aquello que ignora.

Miguel Hachen | Neoguarani 
Ilustración de mi autoría: "El color inexistente"

Entrevista a muralistas argentinos

Detalle de la  obra Mural Memoria, realizada en  Carlos Paz, Córdoba, Argentina.
















Detalle de la obra Mural Memoria, realizada en Villa Carlos Paz, Córdoba, Argentina.


Entrevista concedida a la Universidad Nacional de La Plata para el Programa de Movilidad Académica de Grado en Arte - Programa MAGA Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la República Argentina.

¿Cuáles son los conceptos que definen al arte público? ¿Y al muralismo?

Aunque con distintos matices, creo que estos conceptos ya son bastante conocidos por todos. En cuanto a su finalidad, el principio básico del arte público es ser accesible a todos, es una manera sociabilizar las distintas formas de expresión artística, siendo el muralismo una de ellas. Al formar parte del paisaje urbano y ocupar espacios públicos, el muralismo, como medio, se distingue por su carácter monumental.

En cuanto a contenidos, como el arte público en general y el muralismo en particular, históricamente, se distinguieron por estar estrechamente vinculados al estado han sido utilizados como herramientas de propaganda política para “instruir” al pueblo y difundir ideologías. Los funcionarios públicos eran los que se encargaban -y aun se encargan- de proponer, cuando no determinar, el contenido de las obras así como designar y otorgar los espacios que éstas debían y deben ocupar. Si consideramos el contexto histórico y social en el que se desarrolló, por ejemplo, el muralismo mexicano, esto es muy valorable.

Si bien no debemos descartarlos totalmente, estos conceptos de muralismo y arte público en los que predominan contenidos que glorifican a personajes históricos o enaltecen las supuestas virtudes de ciertas ideologías o dogmas, en nuestros días son obsoletos.  El muralismo ya no puede ser entendido como un medio para adoctrinar a las masas, creo que debe orientarse hacia contenidos primordiales que honren a la naturaleza y al ser humano. Nuestro planeta es un espacio vital que incluye a todas las clases sociales y a todas las especies vivas, por eso mismo debe trascender dogmas e ideologías. El arte público debe ser un canto a la vida y a la libertad, a la integridad de la madre tierra. El hombre y su arte deben marchar hacia un ideal universal heterogéneo, hacia una consciencia ecológica, en lugar de representar batallas y más batallas.

Cómo definiría al mural

El mural un medio de expresión artística de una determinada cultura y de una época, mediante el cual el muralista no solamente debe expresarse sino también, y sobre todo, comunicarse con el público, con la comunidad que interactúa y convive con su obra y algunas veces inclusive participa de su proceso. Entonces, siendo emisor, si el muralista realmente pretende comunicarse con el público, que es su receptor, mínimamente necesita conocer los rudimentos de la forma y del color. Si los desconoce no habrá obra mural, sino tan solo una pared “intervenida” que será para los ojos de la gente lo que es para los oídos, el ruido. Esto equivale a decir que los músicos, para comunicarse con sus oyentes, mínimamente necesitan conocer los fundamentos de la música… sino lo que el público oirá serán estridencias, chirridos. Lo mismo vale para el escritor, si este desea comunicarse con el lector, mínimamente necesita saber leer y escribir. También hay quienes entienden que el mural es una forma de expresión en la que es suficiente manchar una pared con formas y colores dispuestos fortuitamente. Esto equivaldría a afirmar que si disponemos, al acaso, un conjunto de palabras y letras sin armonía alguna, ya podemos editar un libro, pues somos escritores! Para definir al mural primero hay que entender de qué se trata.  

Es una pena que través de este proyecto se busque cubrir solamente ciertos requisitos como el de definir el muralismo pero no se tenga la inquietud real de promoverlo, de realizar un análisis más profundo sobre cada muralista y sus tendencias, lo que busca transmitir y lo que padece para obtener cierto reconocimiento cuando no tiene padrinos ni afiliaciones políticas.

¿Cómo es el proceso de realización de un mural?

¿Cualquier lugar puede ser adecuado para realizar un mural?

En principio no. No siempre es posible adecuar un mural a cualquier pared o muro, depende de su localización y visibilidad.

¿Vincula el mural con el espacio arquitectónico?

No es lo que más se ve en el muralismo, raramente los espacios arquitectónicos son pensados para recibir obras, lo que normalmente se hace es adaptar los murales a las construcciones, de todos modos es imprescindible que mural armonice con la arquitectura y además con el paisaje urbano donde se localiza la pared o muro.

¿Elige el tema de sus murales o se lo proponen?

Es fundamental tener libertad para crear. Si bien el tema puede ser propuesto, como mi trabajo no es igual al del ilustrador, cuando me direccionan mi capacidad de crear se anula. Lo ideal es que el muralista cree la según su percepción del mundo, según siente y vive. Si a un músico le encomiendan una canción sobre un tema determinado, lo más probable es que le salga jingle publicitario, lo ideal es que él cree según siente y no siguiendo ideas ajenas, sino propias.

¿Tiene un método de trabajo para tratar el tema?

No sé si lo que tengo un método para tratar el tema, lo que trato es de respetar, y esto me parece imprescindible, que el contenido de la obra sólo se vincule con el espacio físico que va a ocupar sino también estar consciente del contexto social y cultural. Sin embargo, esto no es lo que ocurre, los muralistas que pertenecen a determinados grupos sociales, agrupaciones o ideologías, se preocupan más con el contenido o tema que con la estética de la obra y así en realizan murales para expresar su rebeldía, disentir o propagar dogmas, desconsiderando el lugar y la cultura local. Por citar apenas un ejemplo de esto, durante un encuentro de muralismo en San Cosme, Corrientes, un muralista mexicano retrató a Emiliano Zapata, a Pancho Villa y al Subcomandante Marcos munidos de sendos fusiles, nada más y nada menos que en la fachada del Concejo Deliberante. Si bien la obra carece de estética, cumple la insólita función de intimidar a los transeúntes.

Así como cualquier tema es digno de ser llevado a la literatura, cualquier contenido puede ser plasmado en una obra mural. Pero es necesario tener en cuenta que, así como escribir no es atiborrar hojas con palabras, realizar un mural no es cubrir la pared de figuras para colorearlas. Independientemente del tema, ya sea en literatura o muralismo, debe buscarse una estética, es decir una belleza.  No por escribir sobre la pobreza, debemos ser pobres en el uso de los recursos gramáticos, ni por reflejar nuestro pensamiento sobre temas brutales, debemos usar términos brutales. El tema es el significado y la forma es el significante, es por eso que es más importante considerar cómo nos expresamos y no lo que se exprese.

¿Tiene en cuenta el entorno socio-cultural en sus producciones?

El entorno social es la cultura entendida como un modo de ser, ver y pensar. El entorno es la geografía del paisaje con sus colores y formas y es la propia identidad de la comunidad, es ésta la que tiene que identificarse con las obras, visto que los murales no deben estar dirigidos tan solo a un grupo de fanáticos que pintan para ellos mismos o para imponerle al público sus doctrinas, sus protestas o su rebeldía a través de los murales.

Mi entorno cultural, así como mi paisaje, es esencialmente guaraní. Creo que todo muralista debe tener conciencia de su propia cultura, pero para ello es necesario darse cuenta, mínimamente, en qué lugar del mundo vivimos. Y sólo cuando lo sepamos y sintamos ese espacio podremos desarrollar un lenguaje de expresión artística con el que la gente se identifique.  Es ese entorno cultural el que intento reflejar a través del lenguaje o estética Neoguaraní. El arte es universal en cuanto exprese sus cualidades locales, propias de cada lugar.

¿A quién están dirigidos sus murales?

No creo en un muralismo sometido a religiones o ideologías políticas, ya sea estando en conformidad o en oposición con los gobiernos de turno, no creo que el mural deba ser un panfleto ilustrado.  Creo en un muralismo saludable, estético, ornamental si se quiere, que exprese temas comunes a todos. Mis murales son populares, están dirigidos a toda la gente porque no ofenden ni sectorizan. 

¿Existe un mural abstracto?

Sí, existe el muralismo abstracto y se fundamenta en los valores expresivos de la forma y el color. 

¿El muralista debe estar atento a la realidad?  ¿por qué?

Yo diría que es casi ya una tradición entre los muralistas estar más atentos al pasado y más preocupados en diseminar ideologías, retratando a sus líderes que a la realidad de su entorno, que a la vida como un todo. Es por eso que predomina el muralismo panfletario, de contenidos agresivos, que muchas veces son tan violentos, y nótese aquí esta gran paradoja, como la misma violencia que éstos critican a través de sus obras. El muralismo o arte público no necesariamente debe constituir una crítica social que solo represente, gritos, armas y violencia. En lugar de ser un arte que segregue, el muralismo también puede y debe orientarse hacia valores primordiales como el amor, el respeto, la igualdad y la diversidad cultural, bien como a contribuir para crear una conciencia ecológica que ayude al género humano a preservar el medio ambiente que es su espacio vital, a valorar y respetar las diversas culturas y a comprender la propia.

Sí, el muralista debe estar atento a la realidad con el fin de ser un crítico activo y consiente de su entorno ya que por medio del muralismo puede comunicarse con la sociedad y plasmar ideales constructivos, en lugar de ideologías.

¿El mural hace una reinterpretación de los hechos históricos?

El mural, por sí solo, no hace reinterpretación de los hechos históricos, quienes lo hacen son los muralistas… De todos modos, creo que habiendo tantos otros medios, no es necesario valerse únicamente del mural para narrar temas tan recurrentes como gestas patrióticas y, hasta el cansancio, homenajear a “héroes” por medio de ilustraciones didácticas, típicas de la Revista Billiken, porque de esta manera no es mucho lo que se agrega al muralismo. No necesariamente las obras murales deben tener un carácter instructivo, creo que es preferible que se haga énfasis en la estética y en temas universales, sobre todo si consideramos que las obras son públicas y todos deben convivir con ellas. 

¿Qué rol tiene el estado en la promoción del muralismo?

En todas las reparticiones públicas así como en las instituciones de enseñanza del nivel terciario, sean estas nacionales, provinciales o municipales el principal rol del Estado siempre fue y, lamentablemente, continuará siendo el de promover a aquellos muralistas alistados en las filas del gobierno de turno y leales a sus ideologías. Siendo así, más que promocionar el muralismo, el Estado promociona y tutela a sus reclutas fanáticos garantizándoles espacio y reconocimiento, sobre todo si éstos son funcionarios públicos.  Son pocos los muralistas independientes y a éstos se los mantiene al margen de dichas “promociones”.

Si no es el Estado, ¿cómo se subsidia un mural?

Aunque nos tengan acostumbrados a creer y aceptar lo contrario, son los ciudadanos quienes subsidian a los órganos del Estado, no el Estado a los ciudadanos. Si los gobiernos todavía no entendieron que no les están haciendo ningún favor a los muralistas, sino administrando los recursos de todos, los muralistas deberían exigirles a los gobiernos que subsidien sus obras. Por lo tanto, cualquier ciudadano que sea muralista debería tener el derecho a gozar de esos subsidios y contar con recursos para realizar obras y desarrollarse como artista. No es esto lo que ocurre, sino aquello que fue respondido en la pregunta anterior. Afortunadamente existen empresas e instituciones privadas que se interesan en auspiciar el muralismo.  

¿Qué exponentes del Muralismo argentino reconoce? ¿Y a nivel internacional?

Raúl Soldi, Ponciano Cárdenas y Cândido Portinari




Detalle de la obra Mural Memoria, realizada en Carlos Paz, Córdoba, Argentina.

El color inexistente | Curso teórico práctico

No existe una teoría acabada del color, tal como ocurre en otras áreas del conocimiento. Sin embargo, existen fundamentos elementales y de fácil comprensión, que van del color al color inexistente, para el buen uso en todas sus aplicaciones.

Objetivos:                                                                                    

·         Asimilar los fundamentes del color,
·         Interpretar las infinitas posibilidades que ofrecen las armonías cromáticas y sus aplicaciones.

Contenido:

El color es luz y de él nace toda la gama policromática de contrastes y armonías, constituyendo, junto con la forma, un valioso medio para expresarnos artísticamente, exteriorizando nuestro ser interior. En síntesis, durante el curso se lleva a la práctica la teoría del color, abordando los siguientes temas:

·         Escala de valores tonales,
·         Síntesis aditiva, sustractiva y círculo cromático,
·         Escalas de saturación y comparativas de color = valor,
·         Efectos de contraste simultáneo,
·         Colores que avanzan y retroceden
·         Paletas cálidas, frías y sordas,
·         Armonía de complementarios, adyacencias y analogías
·         Triadas primaria y secundaria.

Duración y carga horaria:

7 días de 4 horas diarias

Inversión:

Valores a consultar

Número de participantes:

Mínimo 9, máximo 18

Materiales necesarios:

·         1 Block de hojas cansón A3, lápices HB o B y goma blanda, compas y regla,
·         Tablero o plancheta, paleta o plato, paños y potes,
·         Pinceles blandos, chatos y redondos, tamaños: 2, 4, 8 12 y 14


·         Temperas o acrílicos profesionales: Negro, blanco, azul ultramar o ftalo, azul cobalto, magenta, amarillo de cadmio, rojo bermellón, rojo de cadmio, rojo carmín, verde esmeralda 

El arte de la Tierra Sin Mal, el libro Neoguarani para colorear y disfrutar

Este libro es para colorear y relajarse creativamente. Su formato permite que puedas extraer las páginas para pintar más cómodamente, enmarcar o regalar. En el reverso de las hojas encontrarás una breve referencia sobre cada dibujo.


Los dibujos desafían tu imaginación y te incitan a descubrir la fauna escondida y entrelazada con la flora y con los seres mitológicos que habitan la selva paranaense. Tal como ocurre en las tramas de la cestería, en las grafías de la cerámica y de la pintura corporal, estos entrelazados simbolizan la comunión de los guaraníes con su entorno natural. 

Explora, colorea y dale vida, vos también, al arte de la tierra sin mal. 

domingo, 5 de marzo de 2017

Cerámicas Neoguarani

          
Como resultado de la incesante investigación que ya lleva más de dos décadas, el lenguaje plástico Neoguarani ha sido plasmado no solamente en innumerables pinturas obras y murales sino que también en piezas de cerámica. 

domingo, 26 de abril de 2015

Reproducciones de obras Neoguarani al alcance de todos

Para vos... y para vos también


Gracias a la demanda, resolví poner a disposición de todos los amigos las reproducciones de una serie de obras seleccionadas: Ysy (La madre agua), La América Morena, Nde paje (Tu magia), Y Maynumby ha poty (El colibrí y la flor), entre otras. Se trata de impresiones digitales sobre lienzo (canvas), de excelente calidad, en diversos tamaños. La edición que es numerada y limitada, está a valores accesibles. Consultas por correo a neoguarani@gmail.com

viernes, 1 de noviembre de 2013

Funcionario del Poder Judicial plagia “La América Morena”

Mbareté: El arte de cometer delitos

Esta vez el plagio lo realizó Osvaldo Leonardo Ojeda, alumno  del Estudio Taller de Arte "MBARETE", de Mónica E. Moreyra, localizado en la Provincia de Corrientes, Argentina. 


Lo curioso de este caso es que el plagiario es funcionario del Poder Judicial. Son esas ironías de la vida: quién está para administrar justicia es quien comete el delito. 


Respeto. Esa es la clave de la vida, ese es el secreto de la educación. Claves y secretos que personas inescrupulosas desconocen.




miércoles, 28 de agosto de 2013

Plagiarios na UFGD


A UFGD (Universidade Federal da Grande Dourados), onde em 2007 realizei um mural, faz vários anos que utiliza a imagem da obra para imprimir blocos de notas, capas e marcadores de livros, cartões postais, dentre outros tipos de materiais que, sem autorização, distribui e comercializa. Ha vários meses, quando fui alertado de este fato, entrei em contato com a ouvidoria, falei com o ouvidor várias vezes via telefônica, enviei dezenas de correios e, mesmo reconhecendo a violação dos meus direitos e prometendo um ressarcimento, não cumpriram com a palavra.

As instituições públicas, mesmo que sejam centros de ensino, cometem e estimulam a violação dos direitos dão o exemplo de como agir impunemente protegidos por governo tão corruptos quanto eles. Veja as provas:

Produzem e comercializam produtos criados a partir do plagio da obra que realizei na fachada da univerdidade

La America Morena, plagiada en Brasil