sábado, 25 de marzo de 2017

Breves nociones sobre técnicas y fundamentos

Así como existe abundante bibliografía sobre diversas técnicas artísticas, también proliferan los cursos, talleres y seminarios donde aprenderlas, a los que actualmente también se suman una infinidad de tutoriales y hasta programas de TV que le permiten al interesado alcanzar resultados instantáneos.


Ocurre que, en su anhelo de aprender, los interesados persiguen los resultados inmediatos que estos tipos de cursos técnicos les proporcionan. De modo que, en un seminario de apenas tres o cuatro días o, inclusive, de algunas horas, cualquier persona puede asimilar y aplicar una determinada técnica.

Es por este motivo que, muy especialmente en el ámbito de la artesanía y del mosaiquismo, proliferan los seminarios y los cursos, dónde se enseñan diversos tipos de técnicas. Recursos técnicos que le proporcionan al interesado las habilidades necesarias para realizar objetos decorativos, todo tipo de manualidades o productos artesanales. En estos cursos técnicos se aprende desde como cortar y pegar los mosaicos, cerámicas, venecitas o un trozo de madera, elaborar distintos tipos de texturas, relieves, confeccionar un tutor para el jardín, hasta como empastinar una mesa, un espejo o un mural.

Si por un lado proliferan los cursos de técnicas, por otro lado escasean los cursos sobre los principios que fundamentan las artes visuales. Pero, entonces, ¿En qué consiste la diferencia entre técnicas y fundamentos?

Las técnicas

Aquello a lo que comúnmente denominamos TÉCNICA no es otra cosa que un conjunto de procedimientos o recursos que se adquieren por medio de la práctica y que solamente requieren de cierta habilidad para realizar determinado oficio, ejecutar determinada tarea, manejar una máquina, herramienta o cualquier dispositivo tecnológico, bien como la utilización de distintos materiales y sus múltiples procedimientos o aplicaciones. Así, cuando en artes plásticas hablamos de fresco, bajorrelieve, mosaicos, acuarela, acrílico, óleo, pastel, carbonilla, etc., hacemos referencia a las distintas técnicas.

Por ejemplo, cuando a alguien se le enseña a utilizar una herramienta para cortar mosaicos en círculos, de diversos colores, y a cómo pegarlos sobre determinada superficie, se le está enseñando una técnica, pero esta técnica no le permitirá crear por sí sólo, solamente podrá reproducir lo aprendido. Es decir, a cortar y a pegar otros redondeles de colores. Lo mismo ocurre cuando se nos enseña, por ejemplo, el bajorrelieve o cualquier otra técnica.

Si bien es innegable que todo proceso técnico es válido ya que nos permite producir bienes y servicios o, por lo menos, nos ofrece una terapia ocupacional alternativa; también es verdad que, por sí sola, la técnica no es arte ni nos proporciona resultados artísticos. Y esto se debe a que los procedimientos técnicos carecen o prescinden de los principios que fundamentan el lenguaje visual.

Los fundamentos del lenguaje visual

Se denomina FUNDAMENTOS al conjunto de principios de un sistema de conocimientos. Por ejemplo, los principios que rigen la organización del lenguaje -en cualquier escrito- son los fundamentos de la gramática, sin los cuales sería imposible leer y escribir.  Aquellos principios que se aplican en el arte de organizar y de combinar los diferentes sonidos, melodías, armonías, silencios y ritmos, etc., son los fundamentos de la música. Por su parte, las artes plásticas o visuales se basan en los fundamentos del COLOR y de la FORMA. Así como no existiría literatura si no se conoce la gramática, sin el conocimiento del color y de la forma habrá expresión pero sin arte.

Del mismo modo que para ser escritor necesitamos conocer los fundamentos de la lengua escrita, para ser artista es imprescindible conocer los fundamentos del arte, es decir: el color y forma. Esto equivale a afirmar que el hecho de manejar técnicamente una computadora -es decir conocer todos sus recursos técnicos- si desconocemos los fundamentos de la gramática sólo podremos copiar otros escritos, pero difícilmente podremos crear un texto por nosotros mismos.

Es muy habitual que quienes se inscriben en seminarios y cursos, como muchos de los que enseñan, ignoren la enorme diferencia entre los fundamentos del lenguaje visual y las diversas técnicas. Aunque las técnicas no sean otra cosa que un conjunto de procedimientos o recursos que se adquieren por medio de la práctica y que solamente requieren de cierta habilidad, generalmente se usa ese vocablo para designar a todo lo referente a las artes visuales, confundiéndolo inclusive con estilo o lenguaje.

De modo que al desconocer la diferencia entre estos dos conceptos tan distintos, se hace difícil convencer a los interesados sobre las ventajas que tienen los cursos de color o de dibujo -es decir de fundamentos- sobre los cursos de técnicas, aunque en el primer caso los interesados absorberán conocimientos básicos con los que podrán comenzar a crear y a valerse por sí mismos. Esto también se debe el hecho inmediatista de que, tanto para quienes enseñan como para los que aprenden, lo aparente, lo visible y lo instantáneo siempre les resultará más atractivo, aunque no les proporcione ninguna ventaja.

Así, para quienes desconocen estas diferencias y desean resultados a corto plazo, en lugar de llevar consigo conocimientos, aunque en lo inmediato sean impalpables e inmateriales, pero mucho más valiosos, siempre es más atractivo, y sobre todo visible,  finalizar un curso llevándose una "obra" acabada (con derecho a fotos en las redes sociales), que luego será colgada en la pared de cocina y que a menudo es realizada por el "maestro", quien cobra más por realizar los trabajos de los alumnos que por enseñar. Recordemos que nadie enseña aquello que ignora.  

Claro que se puede hablar de la enseñanza de técnicas para escribir cuentos o para realizar obras arte, pero en el caso de los talleres de técnicas para cuentos se sobreentiende que el interesado en participar está mínimamente alfabetizado, conoce los fundamentos básicos del lenguaje escrito, es decir: saber leer y escribir. Lo mismo vale para quienes aspiren a realizar un taller de arte: deben conocer los fundamentos del lenguaje visual.

Aunque no se ve, el conocimiento del lenguaje visual es más valioso porque al aprenderlo lo podemos aplicar toda la vida, mientras que las técnicas, que sí se ven, son útiles apenas para unas pocas aplicaciones.

El artista crea a partir del conocimiento del lenguaje visual, no de las técnicas. Conociendo la técnica, cualquier persona podrá pintar o realizar un mural, pero si desconoce los principios que fundamentan la forma y el color será incapaz de crear algo estéticamente agradable. Si tradujéramos una obra en porcentajes, el dominio de la técnica constituiría en apenas un 5 por ciento de toda creación artística, mientras que el 95 por ciento restante radica en el conocimiento de los fundamentos del lenguaje visual. Así, el valor artístico de las obras no reside en las técnicas empleadas sino en los fundamentos. 

De modo que solamente aquellos que comprendan las diferencias existentes entre estos dos conceptos, en lugar de elegir seminarios de técnicas optarán por un curso de fundamentos.


Miguel Hachen | Neoguaraní

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